El volcán cercano oscureció el cielo y se tragó la ciudad en nubes de ceniza; siglos después, los perros robot rondan las ruinas, protegiendo a los muertos de la ciudad de los estragos del tiempo.
No es el argumento de una película. Es lo que está ocurriendo realmente en las ruinas romanas de Pompeya, de 2.000 años de antigüedad, en el sur de Italia. El perro robot de Boston Dynamics llamado Spot, ayudará a los arqueólogos y a los equipos de conservación a patrullar las 66 hectáreas del lugar en busca de signos de erosión, daños y saqueos.
Las cenizas volcánicas que sepultaron Pompeya en el año 79 D.C. convirtieron una próspera ciudad costera romana en una tumba bien conservada y en una cápsula del tiempo. Hoy en día, el yacimiento arqueológico es uno de los más famosos del mundo y sigue revelando nuevos señales de la vida en una ciudad romana cosmopolita durante el apogeo del imperio, como un antiguo mostrador de comida rápida excavado en 2020.
Pero en 2013, la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) descubrió que la erosión y la intemperie estaban haciendo deterioro en las partes del yacimiento que los arqueólogos habían excavado hasta entonces. Para proteger la ciudad en ruinas y mantener la seguridad de los trabajadores de la restauración, las autoridades del parque tenían que encontrar nuevas formas de controlar los daños, restaurar las estructuras antiguas y preservarlas para el futuro. Ahí es donde entra Spot: Este perro robot de color amarillo brillante forma parte de un proyecto llamado Smart@POMPEI, que utiliza herramientas de alta tecnología para ayudar a vigilar el sitio antiguo.
Spot es un robot andante de cuatro patas que puede atravesar terrenos irregulares y transportar pequeñas cargas como cámaras y sensores. Al igual que un dron volador, este robot con aspecto de perro puede seguir una ruta programada, o los operadores pueden dirigirlo por control remoto. Los vídeos virales muestran a Spot haciendo acrobacias e incluso utilizando su pata delantera para mantener una puerta abierta para un compañero.
La forma de moverse de este robot, casi pero no tan realista desconcierta a algunos observadores (y hace que otros, entre los que se encuentra su fiel corresponsal, deseen que tenga una nariz propia para abuchear), mientras que su potencial para uso militar y de vigilancia desconcierta a muchos más. Spot es el sucesor de un robot cuadrúpedo más grande y pesado llamado BigDog, que Boston Dynamics diseñó para transportar equipo junto a la infantería en el campo. No es el tipo de función que pondría a un robot en conflicto directo con las personas, por supuesto, pero proporciona otra faceta de nuestro actual debate social sobre el papel de los robots y los drones en la vigilancia y la guerra.
Boston Dynamics puso a Spot a disposición de "socios" seleccionados para su alquiler en 2019 y para su compra comercial en 2020, y al menos 100 perros-robot amarillos han asumido todo tipo de trabajos que probablemente no estén relacionados con el inminente levantamiento de las máquinas, como la inspección de la contención del combustible de cohetes de nitrógeno líquido en el sitio de lanzamiento de SpaceX en Boca Ratón, Florida. Algunos de ellos incluso han participado en diversas instalaciones artísticas.
El tamaño y la agilidad de este robot ligero de 25 kilos lo convierten en el perro guardián perfecto para un yacimiento arqueológico como el de Pompeya, según el director del yacimiento, Gabriel Zuchtriegel.
La patrulla canina: Pompeya
Al igual que los perros reales adiestrados para trabajar en zonas de catástrofe, Spot puede maniobrar con facilidad por rocas y escombros irregulares, deslizarse por pasillos estrechos entre muros antiguos y montones de escombros volcánicos, o arrastrarse por túneles subterráneos en ruinas. Pero, a diferencia de un perro de verdad, Spot puede trazar detalles precisos del terreno que atraviesa y de las condiciones de las paredes y otras estructuras que lo rodean. Los responsables del parque de Pompeya dicen que utilizarán los datos para detectar problemas y planificar estrategias de conservación del yacimiento.
Spot patrullará las zonas restauradas y abiertas al público, pero el perro robot también ayudará a supervisar los progresos en las zonas en las que la recuperación y la restauración aún están en marcha, como la tumba de un antiguo mercader esclavizado desenterrada el año pasado.
Los responsables del parque de Pompeya también tienen previsto poner a prueba las habilidades del perro robot para encontrar y explorar los túneles excavados por los saqueadores, que todavía se cuelan ocasionalmente en el yacimiento en busca de artefactos para venderlos en el mercado ilícito de arte y antigüedades. Los saqueos en Pompeya disminuyeron drásticamente en 2012, según informa, gracias a la represión del tráfico de obras de arte por parte de las fuerzas del orden italianas, pero de vez en cuando siguen apareciendo nuevos túneles de saqueadores en el yacimiento y pueden ser peligrosos para los trabajadores humanos que los investigan.
"A menudo, las condiciones de seguridad dentro de los túneles excavados por los saqueadores de tumbas son extremadamente precarias", afirma Zuchtriegel. "El uso de un robot podría significar un gran avance que nos permitiría proceder con mayor rapidez y con total seguridad".
Mantener a los humanos a una distancia segura de los peligros potenciales ha sido durante mucho tiempo uno de los mayores argumentos de venta de los drones y otros robots, y es por ello que entre los primeros adoptantes de Spot se encuentra la Policía Estatal de Massachusetts, que tiene al menos uno de los perros-robot en su escuadrón anti bombas. A pesar de esa experiencia, no se ha mencionado la posibilidad de enviar a Spot a buscar la docena de bombas de la Segunda Guerra Mundial que aún no han explotado y que cubren una franja de 22 hectáreas de la antigua ciudad.
Boston Dynamics nació en el Instituto MIT (Tecnológico de Massachusetts) antes de convertirse en una empresa privada en 1992. El año pasado, Hyundai Motor Corporation compró la empresa. Un nuevo Spot, con batería, cargador y controlador de tableta, se vende por $74.500 USD. Sin embargo, en su continuo esfuerzo por aplastar nuestros sueños para siempre, la empresa ha especificado que vende los robots para uso comercial, no para que los particulares los tengan como mascotas mecánicas.
Spot no patrullará solo la ciudad en ruinas. Su compañero en esta misión es un dron equipado con un escáner láser, que volará sus patrullas por encima del lugar, escaneando el suelo por debajo con láseres para cartografiar las ruinas y el terreno circundante.