Según un informe, Microsoft planea hacer que los fabricantes de computadoras incluyan unidades de arranque de estado sólido en todas las computadoras con Windows a partir de 2023 o 2024, poniendo fin a los días de los discos duros giratorios para la mayoría de las PCs que aún los incluyen. Según indica un analista, Microsoft intentó inicialmente realizar el cambio en 2022, pero que la resistencia de los fabricantes hizo que "se haya retrasado hasta algún momento del siguiente año” . Microsoft y los fabricantes de PC siguen negociando el calendario y las posibles excepciones, "pero las cosas siguen en marcha." Lo que pone de manifiesto una buena cuestión: La inmensa mayoría de los sistemas nuevos, desde los portátiles baratos hasta los equipos de escritorio para juegos y los Ultrabooks de gama alta, vienen con unidades de arranque SSD y lo han hecho durante años. Algunos sistemas de almacenamiento de estado sólido son mejores que otros (el almacenamiento eMMC barato en un portátil económico no será ni de lejos tan rápido como el SSD NVMe más barato), pero hoy en día sólo las computadoras de escritorio son más económicas siguen utilizando discos duros como almacenamiento principal. Entretanto, la compañía mantiene requisitos para los fabricantes de PC que son diferentes de los requisitos del sistema principal de Windows. Anteriormente los fabricantes estaban obligados a suministrar y habilitar características como el arranque seguro y el módulo de plataforma de confianza (TPM) durante años, antes de que Windows 11 empezara a exigirlas para todas las instalaciones de Windows . Es decir, aunque las empresas de PC no puedan vender un equipo con un disco duro giratorio como disco de arranque, es menos probable que Windows se niegue a instalar en un disco duro giratorio si lo necesitan por alguna razón. Los requisitos actuales del sistema para Windows 11 estipulan 64 GB o más de capacidad de almacenamiento, pero no especifican qué tipo de almacenamiento utilizar. Es probable que el requisito de una unidad SSD afecte principalmente a dos segmentos del mercado de los compradores de computadoras estadounidenses. Uno de ellos es el extremo inferior del mercado de computadoras de escritorio de consumo, en el que muchos sistemas Inspiron y Pavilion todavía se envían sin SSD. El otro es el mercado de computadoras de escritorios para empresas, donde los sistemas Optiplex, Vostro y ProDesk incluyen discos duros en los modelos básicos. Se dice que este requisito también podría afectar más a los "mercados en desarrollo", más sensibles a los precios, fuera de Estados Unidos. Los sistemas que aún utilizan discos duros giratorios emplean mayoritariamente modelos de 1 TB . Dado que un buen disco duro de 1 TB de marca y una unidad SSD de nivel básico de 250 GB o 500 GB pueden adquirirse por entre $40 y $50 USD , al menos debería ser posible que los fabricantes hicieran el cambio sin subir los precios (aunque los precios de los fabricantes para los componentes de PC son diferentes a los de los usuarios finales). Intercambiar esa capacidad por una velocidad mucho mayor es el movimiento correcto para la mayoría de la gente: no todo el mundo tiene 1 TB de datos que necesita tener almacenados localmente, pero todo el mundo notará y se beneficiará del arranque más rápido, de los tiempos de lanzamiento de aplicaciones, juegos y de la multitarea. A pesar de que la mayoría de las computadoras de consumo han desaparecido, los discos duros siguen evolucionando. La mayor parte de los esfuerzos se centran ahora en aumentar la capacidad de los platos de las unidades mediante nuevas tecnologías de grabación de datos. Hoy en día los ordenadores son mucho más rápidos que antes, por ello probablemente Microsoft se ha dispuesto a mejorar sus equipos con las unidades SSD , que tienen una alta demanda en el mercado, además de ser súper eficientes son menos propensos a las averías