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Rusia aumenta y acelera el proceso para censurar el internet


Desde 2019, Vladimir Putin ha sobrealimentado su plan para separar a Rusia del Internet global. La ley de Internet soberana del país, que entró en vigor ese noviembre, da a los funcionarios el poder de bloquear el acceso a los sitios web de millones de rusos. La ley se utilizó para golpear a Facebook, Instagram y Twitter con bloqueos.


Desde entonces, las autoridades rusas no han dejado de publicar nuevas políticas y medidas para controlar aún más el Internet, aumentando los poderes de censura y vigilancia del Estado. Cada pequeño movimiento sigue empujando a Rusia hacia una versión más aislada y autoritaria de la web, restringiendo los derechos de los que están dentro de su frontera y dañando las ideas fundamentales de una web abierta.


"La invasión de Ucrania por parte de Rusia ha creado un pretexto adicional para aumentar la censura drástica, pero también para aprobar más leyes que prohíben más cosas y ponen a más personas bajo la amenaza de ser procesadas penalmente", afirma Tanya Lokot, profesora de medios digitales y sociedad en la Universidad de la Ciudad Dublin, que investiga los derechos digitales y la libertad en Internet.

En los últimos dos meses, las autoridades rusas han hecho una media docena de anuncios políticos o legales que buscan aumentar el control sobre la web y el ecosistema tecnológico del país. En julio, por el momento, los legisladores han propuesto la creación de una tienda de aplicaciones rusa que se instalaría en los nuevos teléfonos y han introducido una ley que podría limitar el traslado de datos de las personas fuera del país. El parlamento ruso también votó para permitir que los datos biométricos de las personas se recojan de los bancos y se añadan a una gran base de datos. Google ha sido multado con $374 millones USD por no cumplir la normativa y Apple ha sido multada por no almacenar datos en Rusia.


En conjunto, las políticas (si se llegaran a promulgar) aumentarán la vigilancia del uso de la tecnología por parte de los rusos y afianzarán aún más el control del Estado sobre las comunicaciones. Pero estas nuevas políticas se basan en una década de control cada vez más estricto por parte de Moscú. Stanislav Shakirov, cofundador del grupo ruso de derechos digitales Roskomsvoboda y fundador de la organización de desarrollo tecnológico Privacy Accelerator, afirma que Rusia lleva legislando para regular y controlar Internet desde 2012. Hay cinco principios básicos, dice Shakirov.


En primer lugar, Rusia pretende controlar su infraestructura de Internet, siendo propietaria de los cables de Internet que atraviesan su territorio y lo conectan con el resto del mundo. En segundo lugar, el país ejerce "presión" sobre los sitios web y las empresas de Internet, como el gigante tecnológico Yandex y la alternativa de Facebook VKontakte, para que censuren los contenidos. En tercer lugar, según Shakirov, está la represión de los medios de comunicación: la prohibición de las organizaciones de medios independientes y la adopción de la mencionada ley de "agentes extranjeros". A esto le sigue la obligación de autocensurar lo que se dice en Internet y la restricción de las protestas.


Por último, según Shakirov, está la "restricción del acceso a la información": el bloqueo de sitios web. La capacidad legal de bloquear sitios web se implementó a través de la adopción de la ley de Internet soberana de Rusia en 2016 y desde entonces, Rusia ha estado ampliando sus capacidades técnicas para bloquear sitios. "Ahora las posibilidades de restringir el acceso se están desarrollando a pasos agigantados", afirma Shakirov.


La ley de Internet soberano ayuda a construir la idea de la RuNet, una Internet rusa que puede desconectarse del resto del mundo. Desde el inicio de la guerra contra Ucrania, a finales de febrero, se han bloqueado más de 2.384 sitios en Rusia, según un análisis de Top10 VPN. Estos van desde sitios web de noticias rusos independientes y dominios ucranianos hasta sitios de tecnologías grandes y de noticias extranjeras.


"El gobierno ruso intenta continuamente tener más control sobre los contenidos a los que la gente puede acceder", afirma Grant Baker, investigador de tecnología y democracia de la organización sin ánimo de lucro Freedom House. (Roskomnadzor, el regulador de medios y comunicaciones del país no respondió a una petición de comentarios de WIRED). Todas las medidas de control de Internet y los sistemas de vigilancia, dice Baker, se suman a medidas sociales más amplias, como la detención de más de 16.000 manifestantes pacíficos y el mayor uso del reconocimiento facial.


Pero construir un imperio de la vigilancia no es sencillo. China está considerada como la nación más restrictiva del mundo en lo que respecta a la red, con su gran firewall que bloquea los sitios web que no se ajustan a su visión política. Este modelo chino de Internet "soberano" ha tardado años en prosperar e incluso el creador del firewall chino ha conseguido sortearlo utilizando una VPN.


Rusia ha intentado emular en cierta medida este modelo chino, pero ha fracasado. Cuando las autoridades intentaron bloquear la aplicación de mensajería Telegram en 2018, fracasaron estrepitosamente y desistieron dos años después. La construcción de la visión rusa de la RuNet se ha enfrentado a múltiples retrasos. Sin embargo, muchos de los anuncios políticos más recientes de Rusia no están diseñados para el corto plazo: el control de Internet es un proyecto a largo plazo. Es posible que algunas de las medidas nunca lleguen a existir.


"Todavía es difícil evaluar en detalle el impacto de todas estas medidas, dada la distinción a menudo borrosa entre una clara señal política y la ambición del Kremlin y su traducción efectiva en proyectos y cambios concretos", dice Julien Nocetti, investigador asociado del Instituto Francés de Relaciones Internacionales, que estudia Internet en Rusia.

Por ejemplo, en los últimos meses han aparecido múltiples tiendas de aplicaciones en ruso, pero muchas de ellas tienen pocas aplicaciones disponibles para su descarga. Según el periódico independiente The Moscow Times, una de las principales tiendas de aplicaciones, RuStore, tiene menos de 1.000 aplicaciones disponibles para descargar.


Otras iniciativas de Internet soberana también han fracasado. RuTube, el equivalente ruso a YouTube no ha conseguido ganar popularidad a pesar de que las autoridades han impulsado su uso. Mientras tanto, el sitio web de Rossgram, una posible alternativa a Instagram que aún no se ha lanzado, muestra un mensaje que dice que está "en desarrollo" y advierte a la gente que no descargue las versiones de la aplicación que puedan encontrar en línea, ya que "provienen de estafadores".


Aunque muchas de las medidas de soberanía en Internet de Rusia han tenido dificultades para despegar, su capacidad para bloquear sitios web ha mejorado desde que intentó eliminar por primera vez a Twitter en marzo de 2021. Otras naciones están observando. "Los países están aprendiendo varias prácticas de regulación de Internet de los demás, dice Shakirov. Rusia decidió hacer una versión china de su Internet y ahora otros países del espacio postsoviético, África o América Latina pueden seguir este ejemplo".

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