Este mes se cumple un año desde que Apple presentó el AirTag, brillante moneda del tamaño de medio dólar con un altavoz, una antena Bluetooth y una baterÃa en su interior, que ayuda a los usuarios a seguir la pista de sus objetos perdidos. Coloca un AirTag en tu bolso, llaves, cartera o incluso en tu auto y si la pierdes, el dispositivo hará un ping a todos los productos Apple cercanos con el Bluetooth activado para rastrear su ubicación. Esos dispositivos enviarán su ubicación en un mapa, mostrando donde ha estado el AirTag y su ubicación actual.
Los registros policiales revisados por Motherboard muestran que, tal y como los expertos en seguridad predijeron inmediatamente cuando se lanzó el producto, esta tecnologÃa se ha utilizado como herramienta para acosar a las mujeres.
Motherboard solicitó los registros que mencionaban los AirTags en un periodo reciente de ocho meses a docenas de los departamentos de policÃa más importantes del paÃs. Obtuvimos registros de ocho departamentos de policÃa.
De los 150 informes policiales en los que se mencionan los AirTags, en 50 casos las mujeres llamaron a la policÃa porque empezaron a recibir notificaciones de que su paradero estaba siendo rastreado por un AirTag que no poseÃan. De ellas, 25 pudieron identificar a un hombre en sus vidas (compañeros, maridos, jefes) que sospechaban firmemente que habÃa colocado los AirTags en sus autos para seguirlas y acosarlas. Esas mujeres informaron de que sus actuales y antiguos compañeros sentimentales (as personas más propensas a hacer daño a las mujeres en general) utilizan los AirTags para acecharlas y hostigarlas.
En un informe, una mujer llamó a la policÃa porque un hombre que la habÃa estado acosando habÃa intensificado su comportamiento, además dijo que habÃa colocado una AirTag en su auto. La mujer dijo que el mismo hombre la amenazó con hacer de su vida un infierno, según el informe.
Motherboard excluye detalles especÃficos de estos informes para no identificar a las vÃctimas, por su seguridad.
En la mayorÃa de los casos se trataba de parejas sentimentales anteriores enfadados; una mujer llamó para denunciar que su ex le habÃa pinchado las ruedas de su auto y habÃa dejado un AirTag en el auto para vigilarla. En otro informe policial, una mujer dijo que habÃa encontrado varias veces AirTags colocadas en su auto y que sabÃa que era su ex, quien tiene un historial de agresiones. Dijo que sabÃa que era él porque se presentaba en sus lugares al mismo tiempo que ella.
En otra denuncia policial, una mujer dijo que empezó a notar que algo pitaba dentro de su vehÃculo cada vez que salÃa de casa; encontró una AirTag en su auto y se enfrentó a un ex que admitió haberla puesto allà para ver si la "engañaba".
Ver a los ex aparecer misteriosamente en cualquier lugar y en cualquier momento que salieran fue una importante señal de alarma para varias mujeres que hicieron estas denuncias. Una mujer seguÃa viendo a su ex siguiéndola. En un momento dado, la encontró y la acorraló. Llevó su auto a un mecánico, que encontró un AirTag en él.
Varias mujeres que presentaron estas denuncias dijeron que temÃan la violencia fÃsica. Una mujer llamó a la policÃa porque un hombre contra el que tenÃa una orden de protección la acosaba con llamadas telefónicas. HabÃa recibido notificaciones de que una AirTag la estaba rastreando y podÃa oÃrla sonar en su auto, pero no podÃa encontrarla. Cuando llegó la policÃa, ella respondió a una de sus llamadas delante del agente y el hombre le describió cómo iba a hacerle daño fÃsicamente. Otra que encontró un AirTag en su auto se preguntaba cómo un hombre contra el que tenÃa una orden de protección parecÃa saber siempre dónde estaba. La denuncia decÃa que tenÃa miedo de que la agrediera o la matara.
Una mujer acudió a una comisarÃa para informar de que llevaba semanas recibiendo notificaciones sobre AirTags en las inmediaciones y que habÃa encontrado varias AirTags instaladas bajo su auto. Sospechaba de un hombre que habÃa sido violento con ella anteriormente y que ahora aparecÃa por donde ella iba.
No en todos los casos se trataba de ex parejas; en algunos, las mujeres seguÃan manteniendo relaciones o matrimonios con los hombres que las acosaban y se ponÃan fÃsicamente violentos cuando se les preguntaba por los AirTags.
La inmensa mayorÃa de las denuncias procedÃan de mujeres. Sólo uno de los 150 casos analizados se referÃa a un hombre que sospechaba que su ex novia lo seguÃa con un AirTag.
Los AirTags también han llamado la atención como posible vector de la trata de personas. La propia policÃa ha difundido la idea de que los AirTags son utilizados por los traficantes sexuales, pero no hay pruebas de que esto ocurra.
De los 150 informes policiales que mencionan los AirTags, menos de la mitad mencionan los AirTags como parte de robos o hurtos, el tipo de historias en las que alguien llevaba una AirTag en su bolso o la llevaba atada a una bicicleta o a un auto que posteriormente fue robado. Varias de ellas se referÃan a personas que recibÃan notificaciones de AirTag en sus teléfonos, pero que no encontraban el dispositivo en ningún sitio; algunos de estos informes mencionan que las personas que llamaron dijeron que habÃan oÃdo hablar del peligro de los AirTags en las noticias. (Una dijo que "no estaba segura" de si esto estaba relacionado con el "tráfico de personas" o no y que no tenÃa a nadie de quien sospechar, pero que llamó a la policÃa cuando recibió la notificación).
Los AirTags siempre han implementado una función de notificación que avisa a las personas con iPhones si una AirTag viaja con ellas, sin embargo, cualquier persona que no utilice un iPhone o un dispositivo de Apple nunca lo sabrÃa.
"Esa fue una forma completamente ridÃcula de lanzar un nuevo dispositivo, sin haber tenido en cuenta su uso en una situación de violencia doméstica", señaló Eva Galperin, directora de ciberseguridad de la Electronic Frontier Foundation. "Pero especÃficamente, el punto ciego que tenÃa Apple era la gente que vive fuera del ecosistema de Apple".
Hace años que sabemos que las parejas domésticas abusivas a veces utilizan software instalado en los teléfonos de sus objetivos para rastrearlos y controlarlos. Los AirTags son diferentes porque son ampliamente publicitadas por una de las mayores empresas de tecnologÃa de consumo del mundo, son baratas, sólo $29 USD y son fáciles de colocar discretamente en un auto o en un bolso.
"El acoso y el software de acecho ya existÃan antes de los AirTags, pero Apple ha hecho que sea más barato y fácil que nunca para los abusadores y atacantes rastrear a sus objetivos", sustrajo Albert Fox Cahn, el director ejecutivo del Proyecto de Supervisión de la TecnologÃa de Vigilancia. "La red global de dispositivos de Apple da a los AirTags un poder único para acechar en todo el mundo y la masiva campaña de marketing de Apple ha contribuido a dar a conocer este tipo de tecnologÃa a acosadores y maltratadores que, de otro modo, nunca la conocerÃan."
Muchos informes sobre personas rastreadas con estos dispositivos han atraÃdo la atención nacional. En diciembre, una mujer encontró un AirTag pegado a su auto y sospechó que alguien la habÃa colocado allà para intentar robar el vehÃculo. En enero, una mujer de Filadelfia dijo que habÃa sido seguida desde lejos por alguien con un AirTag. Ese mismo mes, la policÃa de Dearborn, Michigan, dijo que habÃa visto un aumento en las denuncias de personas que recibieron notificaciones de AirTag, con la advertencia de que al menos algunas de ellas eran probablemente personas que recibÃan notificaciones de AirTags cercanos que no estaban realmente dirigidos a ellos.
Para tratar de poner a prueba las funciones de seguridad de Apple en los AirTags, los periodistas de diarios estadounidenses reconocidos, han experimentado con los AirTags en sus propias vidas, utilizando entornos controlados para reproducir los escenarios de acoso sobre los que los expertos en seguridad han advertido al público. Estos reportajes no evitaron el uso potencial de los AirTags como herramienta de abuso, pero la mayor parte de la cobertura de los AirTags en el mundo real, hasta ahora, se ha centrado en los AirTags como herramientas para los ladrones de autos.
Las historias que aún no han aparecido en las noticias son las de las vÃctimas de la violencia doméstica. Es difÃcil que las vÃctimas de la violencia de pareja, como el acoso o el hostigamiento, salgan a la luz pública; salir de una situación asà es increÃblemente peligroso, antes incluso de añadir las complicaciones que supone hablar de ello con un reportero de la ciudad. Sin embargo, los informes policiales obtenidos por Motherboard muestran que, si bien el uso de AirTags como herramienta por parte de desconocidos que se promociona en las redes sociales parece ser poco frecuente, su uso como herramienta de control por parte de los maltratadores contra las mujeres no lo es.
Los AirTags no son, los únicos rastreadores de localización fÃsica del mercado y cualquiera de ellos puede utilizarse con fines maliciosos. Sin embargo, en los últimos años se han vuelto más cómodos y fáciles de usar para un mercado masivo. Tile, un rastreador similar a los AirTags, anunció el mes pasado que estaba implementando nuevas funciones contra el acoso en su aplicación. El acoso por localización es "tan antiguo como la propia tecnologÃa GPS", indicó Mary Beth Becker-Lauth, educadora comunitaria en materia de violencia doméstica de la organización sin fines de lucro de la Defensoria de las Mujeres (Women's Advocates). Pero históricamente se han necesitado ciertos conocimientos técnicos para ponerlo en práctica contra otra persona. "Hasta hace poco, las mujeres (y siempre eran mujeres) que acudÃan a nuestro programa en busca de apoyo mientras eran acosadas o rastreadas o tenÃan a un agresor que trabajaba en el sector de las tecnologÃas de la información o que tenÃa grandes conocimientos técnicos", explicó.
Los AirTags, al ser un dispositivo que se puede pegar con cinta adhesiva en las partes de abajo de un auto o meter en un bolso, son más insidiosamente fáciles de usar para los agresores. El espÃritu de Apple de "simplemente funciona" también forma parte del atractivo de los AirTags, pero en este caso se aprovecha para sus peores fines.
"El hecho de que la mayorÃa de las mujeres que encuentren AirTags y sepan quién las ha puesto ahà coincide con la investigación demográfica sobre el acoso", dijo Becker-Lauth. "Casi tres de cada cuatro vÃctimas de acoso conocen a su acosador y la relación más común entre una vÃctima de acoso y su acosador es una pareja actual o anterior. Asà que tiene sentido que estas mujeres tengan a alguien a quien puedan señalar inmediatamente y decir (Esto parece algo que él harÃa)."
"El acoso y los dispositivos localizadores para realizar acosos existÃan antes de los AirTags, pero Apple hizo que fuera más barato y fácil que nunca para los abusadores y atacantes rastrear sus objetivos."
En una respuesta a una solicitud de comentarios sobre estos informes, Apple envió un enlace a su última publicación en el blog de la compañÃa en febrero, en la que se describen las recientes actualizaciones de seguridad.
"AirTag se diseñó para ayudar a la gente a localizar sus pertenencias personales, no para rastrear a las personas o la propiedad de otra persona y condenamos en los términos más fuertes posibles cualquier uso malicioso de nuestros productos. "El rastreo no deseado es un problema social desde hace mucho tiempo y nos tomamos muy en serio esta preocupación a la hora de diseñar AirTag. Por eso la red "Find My" se ha construido teniendo en cuenta la privacidad, utiliza una encriptación de extremo a extremo y por eso hemos innovado con el primer sistema pro activo para alertar del seguimiento no deseado."
La empresa también ha publicado instrucciones sobre lo que hay que hacer si se descubre que un AirTag lo está rastreando, pero los expertos en maltrato doméstico dicen que enfrentarse a una pareja o ex abusiva o desactivar su rastreo puede ser peligroso.
Tal vez sea más revelador el modo en que Apple ha respondido a los problemas de seguridad con actualizaciones parciales y reactivas de la tecnologÃa. En diciembre, Apple lanzó una aplicación para Android que notificará a los usuarios de los AirTags, pero los usuarios tienen que conocer e instalar la aplicación y luego permitir que funcione en segundo plano, pasos que muchas personas no seguirán. En junio de 2021, tres meses después del lanzamiento del producto, se acortó el plazo de una función en la que el AirTag sonaba si se separaba de su propietario; originalmente era de tres dÃas, pero se cambió a entre ocho y 24 horas, idealmente para alertar a un objetivo de acoso de que el dispositivo estaba cerca. En febrero, Apple anunció aún más funciones de seguridad, incluyendo advertencias en la configuración indicando que rastrear a las personas sin su consentimiento es un delito, un seguimiento más preciso del AirTag para la persona que está siendo rastreada y timbres más fuertes.
El hecho de que haya tantos informes de personas sobre el acoso del AirTag significa que las medidas de seguridad de Apple, como las notificaciones, están funcionando según lo previsto, dijo Galperin. "No es que alguien haya encontrado un AirTag al azar. Es que las mitigaciones contra el acoso que Apple ha implementado están finalmente funcionando y los resultados son que un subconjunto más pequeño de esas personas van luego a la policÃa", dijo. "Asà que, sÃ, entendimos desde el principio que esto iba a ser un problema importante. Pero creo que parte de ello se refleja en el hecho de que el acoso es un problema importante y el hecho de que la alerta de AirTag se active es algo que una persona puede aportar a la policÃa como prueba sólida, que a veces no tiene".
Algunos expertos dijeron que lo que ha hecho la empresa aún no es suficiente. "Es demasiado poco y demasiado tarde". "Estos trucos hacen poco para evitar que los AirTags se utilicen de forma indebida y a menudo sólo notifican a los objetivos una vez que el daño está hecho y su ubicación ha sido rastreada. No hay ninguna solución técnica que pueda evitar que los AirTags sean objeto de abuso. Mientras Apple siga vendiendo un dispositivo de seguimiento barato y fácil de ocultar, los acosadores seguirán utilizándolo. La única solución es dejar de vender y apoyar los AirTags. Este producto es demasiado peligroso para seguir en el mercado".
"Ojalá Apple hubiera sido más proactivo y hubiera resuelto los problemas para reducir el riesgo de los actores maliciosos antes de que este producto saliera al mercado", dijo Becker-Lauth. "Pero honestamente, ninguna tecnologÃa rastreable va a ser completamente segura".
Si la gente no va a dejar de usar estos dispositivos para el acoso, puede que los fabricantes de dispositivos tengan que averiguar cómo hacerlos más seguros. La semana pasada, el medio especializado 9to5Google descubrió una nueva función en la que Google podrÃa estar trabajando: "Alertas de dispositivos desconocidos" y una "Notificación de etiqueta desconocida detectada" en la configuración de seguridad de los dispositivos Android.
Galperin me dijo que el siguiente paso para los fabricantes de dispositivos es establecer un estándar de seguridad para que la industria lo siga.
"Lo que más espero es que los fabricantes de rastreadores fÃsicos se pongan de acuerdo en un estándar que luego se pueda implementar en los sistemas operativos, para que la gente tenga detección de rastreadores trabajando en segundo plano todo el tiempo, automáticamente, sin importar el tipo de teléfono que tengan", dijo. "Creo que es la única mitigación razonable y eficaz para este lÃo en el que estamos metidos".
Y las personas que acuden a la policÃa para denunciar que han sido acosadas o acosadores deberÃan tener mejores recursos para protegerse de los agresores si acuden a la policÃa. En la mayorÃa de estos informes, cuando una mujer denunciaba a un acosador, el agente que respondÃa le ofrecÃa un número de teléfono de atención a la violencia doméstica o le aconsejaba que solicitara (o volviera a solicitar) una orden de protección. Algunos de los agentes escribieron que ya habÃan oÃdo hablar de la utilización de AirTags para robar a la gente, pero otros parecÃan no entender qué era un AirTag o cómo desactivarlo.
"La policÃa a menudo no tiene ni idea de cómo responder a los AirTags, pero incluso si lo hicieran, eso no serÃa una solución", dijo Cahn. "No podemos detenernos para salir del lÃo de Apple. En muchas jurisdicciones, no está claro si el uso de AirTags es un delito, e incluso si lo es, el encarcelamiento masivo es una solución terrible."
Las leyes contra el seguimiento de la ubicación de alguien varÃan de un estado a otro ya sea como parte de las leyes de acoso o especÃficamente en términos de seguimiento de un auto sin el consentimiento del propietario.
"Como mÃnimo, hay que creer a estas mujeres. La seguridad de las vÃctimas-sobrevivientes frente al control y la violencia no parece ser una prioridad para muchos de los departamentos de policÃa de este paÃs", dijo Becker-Lauth. "DeberÃamos tomarnos las experiencias de estas mujeres muy, muy en serio, porque cuando le dicen a un agente de policÃa o a un defensor de la violencia doméstica que están siendo acosadas, lo que realmente están diciendo es que su vida está en peligro, normalmente por culpa de la persona que está acosando".