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El servicio de "streaming" de la FIFA podría ser el primer paso para prescindir de las televisoras



En la mañana del pasado martes, la FIFA, el organismo rector del fútbol mundial, ha anunciado el lanzamiento de su propio servicio de “streaming” llamado FIFA+. FIFA+ ofrece a los suscriptores transmisiones en directo de los partidos masculinos y femeninos, así como una serie de series y documentales originales. La plataforma también albergará un amplio archivo de partidos antiguos de anteriores Copas del Mundo, así como noticias, estadísticas y su propia liga “fantasy”.


No obstante, el mayor atractivo para los usuarios serán los partidos en directo, ya que la FIFA afirma que mostrará el "equivalente a 40.000 partidos en directo al año". En el momento del lanzamiento, veremos unos 1.400 partidos al mes, cifra que "aumentará rápidamente" hasta acercarse a los 4.000 mensuales. Las series originales, incluidos los documentales sobre Ronaldinho, Dani Alves y Lucy Bronze, contribuirán a aumentar las razones para que los usuarios pasen el rato en la plataforma.


Aún así, los usuarios no deberían esperar ver transmisiones en directo de ninguna de las principales ligas de fútbol, ya que FIFA+ es, en su lanzamiento, gratuito y con publicidad. Al fin y al cabo, el fútbol europeo es un gran negocio y la FIFA no tiene la capacidad (ni el dinero) para empezar a retransmitir partidos de Inglaterra, España, Alemania, Francia e Italia. En su lugar, se centrará en competiciones menos representadas en las que los derechos de streaming no estén atados. La revista The Hollywood Reporter insinúa que se incluirán partidos nacionales de México, Dinamarca, Polonia y Angola.


Aunque la FIFA espera generar atención antes de la Copa del Mundo de 2022, no se podrán transmitir esos partidos, cabe recalcar. Es probable que esos derechos estén muy bien protegidos ya que al igual que las grandes ligas nacionales, son demasiado valiosas como para darlas gratuitamente. Sin embargo, aunque FIFA+ pueda parecer por ahora una idea tardía y poco costosa, supone un cambio en la forma en que la mayoría de los aficionados pueden acceder al fútbol en directo, o lo harán.


En toda Europa la situación es similar. Allí, los principales proveedores de televisión de pago ofrecen cantidades astronómicas para asegurarse los derechos de transmisión de los partidos de fútbol en directo. En el Reino Unido, por ejemplo, el acuerdo más reciente fue valorado por Sky News en unos 5.100 millones de libras (6.600 millones de dólares) por el derecho a transmitir los partidos de fútbol. De esa cifra, Sky, propiedad de la empresa estadounidense Comcast, pagó 4.500 millones de libras (5.800 millones de dólares), mientras que las empresas BT Sport, Amazon y la BBC pagaron el resto. Pero, a pesar de las cifras ofrecidas, muchos clubes consideran que no reciben una parte suficientemente grande de esas ganancias.


Esto se debe, en términos generales, a que el costo de gestionar un gran club de fútbol se ha disparado, y la COVID-19 no ha ayudado. La inflación de los precios de los traspasos (lo que cuesta comprar un jugador) y de los sueldos, tras 18 meses de ingresos casi inexistentes, ha hecho que incluso los clubes históricamente ricos se encuentren con problemas financieros. El Barcelona, lo más parecido a una marca de primer nivel en el mundo del fútbol, está intentando salir de un agujero de 1.560 millones de dólares, entre otras cosas, mediante la venta de NFT (Token No Fungible). Los que sobreviven, y prosperan, ahora mismo, suelen ser propiedad de petro estados, que financian los clubes para lavar su imagen pública en Occidente a base de dinero.


La situación actual, en la que los proveedores de televisión de pago mantienen los partidos detrás de muros de pago, no se ve favorecida por algunas reglas misteriosas de apagón. La situación en el Reino Unido es tan frustrante como la de los aficionados al béisbol en Estados Unidos, donde no hay forma legal de ver todos los partidos que juega tu equipo en una temporada. Esto significa que hay un número de personas en cada lado del debate que se sienten resentidas por la situación actual.


La Premier League admitió que era probable que, en algún momento del futuro, lanzara su propio servicio de “streaming” directo al consumidor. La idea era que, en ese momento, podría vender los partidos directamente a los aficionados y ofrecerles una cobertura más completa. Y, por supuesto, cualquier beneficio que Sky y otros proveedores de televisión de pago obtuvieran de los ingresos por suscripción iría ahora directamente a los clubes. En aquel momento, parecía tanto una táctica de negociación como una auténtica estrategia, pero merecía un análisis serio.


En febrero de 2020, el sitio web de deportes The Athletic sugirió que "PremFlix", como fue nombrado, probablemente sería un gran generador de dinero desde el día de su lanzamiento. El escritor Matt Slater reflexionó que en la actualidad hay unos 200 millones de personas que pagan por ver los partidos de la Premier League. Si se pudiera convencer a la mayoría de ellos para que se inscribieran, incluso con una tarifa reducida, los ingresos anuales podrían ascender a 24.000 millones de libras (31.000 millones de dólares), mucho más que los 5.100 millones de libras que se pagan por un paquete de derechos de tres años.


Es probable que las principales ligas europeas hayan estado considerando estos escenarios, a puerta cerrada, durante los últimos años. Y también es probable que la combinación del alto riesgo y la enorme inversión inicial desanime a los propietarios que buscan estabilidad en la incertidumbre actual. Pero si FIFA+ puede demostrar que hay un público para las transmisiones de fútbol en directo, y que puede obtener beneficios de su contenido de archivo, es probable que impulse la conversación hacia el “streaming” mucho más rápido de lo que podría haberlo hecho de forma orgánica.


Por ahora todo esto puede que sea una gran especulación, pero es habitual en el fútbol grandes cambios cuando se trata de dinero.

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