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Candela P-12 el nuevo ferry “volador” sueco con hidroalas. El futuro del transporte público


En la capital de Suecia, Estocolmo, se encuentra la empresa Candela, especialista en la reducción de emisiones globales derivadas del transporte marítimo. Candela está creando lo que el público señala como un nuevo “barco volador”. Se trata de un ferry con ayuda de hidroalas van cortando el agua, el barco no deja ninguna estela, no hace ruidos, ni emisiones, lo que supone un cambio radical con respecto a los enormes transbordadores con motor diésel que actualmente transportan a los viajeros por el archipiélago que conforma la capital sueca.


Sin embargo, por el momento, se trata de una fantasía acuática: aunque la empresa sueca Candela ya fabrica versiones de ocio de sus barcos voladores eléctricos, el P-12 aún no se ha construido. El director general de Candela, Gustav Hasselskog, afirma que la embarcación se encuentra en la "fase de diseño para la fabricación" antes de su lanzamiento en noviembre y se espera pueda probarse en 2023.


El objetivo es que el "ferry volador" forme parte de la flota de transporte público de Estocolmo. También conocido como la Venecia del Norte, gracias a los conocidos canales de la Venecia original, se ha ganado el sobrenombre por los edificios que se sitúan a orillas del agua y desde los que se pueden divisar los veleros que navegan a sus anchas. Los números indican que, hay alrededor de 756.000 embarcaciones de recreo para 975.000 habitantes, por tanto, la navegación recreativa es algo muy común en la capital de Suecia. Teniendo en cuenta esta información es lógico que el país busque reducir las emisiones de carbono de los transbordadores para una ciudad rodeada de agua. La actual flota de 60 transbordadores de la ciudad emite 40.000 toneladas de dióxido de carbono al año, lo que supone el 8% del total de las emisiones del transporte marítimo en Suecia.


"El transporte marítimo tiene que dejar de utilizar combustibles fósiles rápidamente", afirma Simon Bullock, investigador del Centro Tyndall de Investigación del Cambio Climático de la Universidad de Manchester. "Para los trayectos cortos, los barcos eléctricos pueden ser una parte importante de la solución".

En este sentido, Suecia va por delante, ya que Estocolmo está trabajando para conseguir transbordadores sin emisiones en 2025. En la capital sueca ya se han probado transbordadores eléctricos y las autoridades locales están probando otro modelo de Green City Ferries junto con el P-12 volador.


Otros países de Europa también utilizan transbordadores eléctricos de pasajeros para recorrer sus fiordos como, Noruega e Irlanda donde están probando un barco similar de estilo "volador" y un proyecto de la Universidad de Plymouth (Reino Unido) está convirtiendo los transbordadores diésel en eléctricos.


Los datos de la Unión Europea (UE) indican que los transbordadores representan el 3% de todos los buques, pero representan el 10% de las emisiones de carbono, mientras que más del 95% de los transbordadores de Estados Unidos funcionan con gasóleo.

Candela cree que la limpieza del tráfico de cercanías de Estocolmo es algo más que energía libre de emisiones: hacer que los transbordadores sean lo suficientemente rápidos como para convencer a más gente de que abandonen los autos. Viajar desde el suburbio de Tappström hasta el centro de Estocolmo lleva 50 minutos en auto en hora punta, pero el P-12, que puede alcanzar las 30 mph, podría navegar por las vías navegables entre ambos en 25 minutos, dice Hasselskog. Waxholmsbolaget, la agencia que gestiona los barcos de transporte público en el archipiélago, transporta 1,2 millones de pasajeros al año, pero eso se compara con los 780.000 viajes diarios en otros medios de transporte público en la ciudad.


El problema de alimentar cualquier medio de transporte con electricidad es que requiere baterías pesadas. Esto es especialmente problemático en el caso de las embarcaciones, ya que se arrastran en el agua. Para solucionar este problema, Candela utiliza hidroalas, unas patas que se extienden hacia abajo en el agua y actúan como alas, impulsando la embarcación hacia el aire mientras coge velocidad como un avión durante el despegue. "En el puerto, los foils están totalmente retraídos, por lo que están protegidos", dice Hasselskog. "Pero luego se bajan los foils, se pisa el acelerador y se sale. El sistema de control se encarga de toda la secuencia de despegue, es como un avión".


Las embarcaciones hidroala no son nuevas, pero sí lo son la energía eléctrica y los controles automatizados. El Candela P-12, de fibra de carbono, tendrá dos sistemas de propulsión alimentados por baterías de 180 kWh, que le permitirán funcionar tres horas antes de tener que cargarse. Con 12 metros de longitud y 4,5 metros de ancho, la embarcación de 8,5 toneladas métricas transportará 30 pasajeros sentados. Candela cuenta con sensores que alimentan un sistema de control automatizado para ajustar la altura, el balanceo y cabeceo hasta 100 veces por segundo para garantizar un viaje suave independientemente del tiempo. "A través del sistema de control podemos cortar cualquier movimiento vertical del barco", dice Hasselskog, que es lo que suele causar mareos. "Hasta ahora nadie se ha mareado en nuestros barcos".


Todo esto significa que el Candela P-12, cuando se construya, debería consumir menos energía por pasajero que un autobús eléctrico híbrido, ir más rápido que un auto y reducir los costos de combustible y mantenimiento en un 40%. Y como se desliza por encima del agua, es menos perjudicial para el medio ambiente local, tanto por encima como por debajo del agua.


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