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Propaganda en contra de Ucrania en estación espacial rusa


El 24 de febrero se dio inicio la guerra entre Rusia y Ucrania donde miles de personas han perdido la vida, organismos y empresas ucranianas han sido víctimas de hackeos y un sin fin de caos en dicho país.


Ahora, también se suma la propaganda en contra de Ucrania en Roscosmos, la corporación espacial rusa responsable de actividades de vuelos espaciales que publicó en su canal oficial de Telegram imágenes que muestran a tres cosmonautas con las banderas tricolores de la República Popular de Luhansk y la República Popular de Donetsk.


Las fotos fueron tomadas recientemente a bordo de la Estación Espacial Internacional y muestran a los sonrientes cosmonautas Oleg Artemyev, Denis Matveyev y Sergey Korsakov posando con las banderas.


"Este es un día muy esperado que los residentes de las zonas ocupadas de la región de Luhansk han estado esperando durante ocho años", decía el mensaje de Roscosmos.
"Estamos seguros de que el 3 de julio de 2022 pasará para siempre a la historia de la república".

Las imágenes y la publicación en las redes sociales representan el uso más descarado de la Estación Espacial Internacional (que es operada por Estados Unidos, Rusia, Japón, Canadá y la Agencia Espacial Europea) para fines de propaganda rusa desde la invasión de Ucrania.


La NASA y Roscosmos, así como otras agencias espaciales, han seguido cooperando en la Estación Espacial Internacional desde que comenzó la invasión. Algunos funcionarios estadounidenses han sugerido que la NASA debería considerar la posibilidad de romper los lazos con Rusia en el espacio debido a las atrocidades cometidas en Ucrania. Sin embargo, el administrador de la agencia espacial ha defendido la asociación basándose en que la estación vuela por encima de las tensiones geopolíticas en la Tierra. La NASA también quiere seguir volando la estación, ya que separar el segmento estadounidense del ruso sería difícil y potencialmente fatal para el funcionamiento de la instalación orbital.


En una entrevista publicada el lunes en la publicación alemana Der Spiegel, el administrador de la NASA, Bill Nelson, reiteró esta postura.
"En plena Guerra Fría, cuando la Unión Soviética y Estados Unidos eran enemigos mortales y sus armas nucleares podían ser utilizadas en cualquier momento, una nave espacial estadounidense y otra soviética se encontraron en el espacio en 1975", dijo Nelson. "La cooperación pacífica continuó incluso después del colapso de la Unión Soviética. Nuestro transbordador espacial se acopló a la estación espacial rusa Mir. Y luego decidimos construir juntos la Estación Espacial Internacional. Ambos países son necesarios para las operaciones, los rusos para la propulsión, los estadounidenses para la energía. Seguiremos teniendo una relación muy profesional entre cosmonautas y astronautas para mantener viva esta estación".

Sin embargo, las acciones provocadoras de este fin de semana por parte de Roscosmos, con sus cosmonautas celebrando la llamada liberación del territorio ucraniano, trasladan el conflicto en la Tierra al espacio. Para algunos observadores, como el ex astronauta de la NASA Terry Virts, el uso de la estación espacial por parte de Rusia con fines propagandísticos lo cual ha sido considerado como inaceptable.


"Estoy increíblemente decepcionado de ver a los cosmonautas y a Roscosmos utilizando la Estación Espacial Internacional como plataforma para promover su guerra ilegal e inmoral, donde los civiles están siendo asesinados todos los días", dijo Virts, que voló al lado de los rusos y comandó la estación espacial en 2015. "Se supone que la estación espacial es un símbolo de paz y cooperación".

Virts dijo que la NASA ha tratado en gran medida de mirar hacia otro lado cuando se trata de acciones rusas, sobre todo cuando se trata del jefe de Roscosmos, Dmitry Rogozin, que ha hecho numerosas declaraciones patrioteras sobre la guerra. Pero en este caso, dijo, la agencia realmente no puede permitírselo.


La cooperación de la NASA con Rusia puede ser objeto de mayor atención pública dentro de un par de meses. Actualmente, está previsto que el astronauta de la NASA Frank Rubio vuele en una nave espacial rusa Soyuz a la estación en septiembre. Alrededor de la misma fecha, la cosmonauta rusa Anna Kikina debe volar en un vehículo SpaceX Crew Dragon a la estación como parte del intercambio de asientos. El acuerdo no ha sido acordado formalmente por los gobiernos estadounidense y ruso.


En su entrevista en Alemania, Nelson defendió el intercambio diciendo: "Tiene mucho sentido para nosotros. Se necesitan tanto rusos como estadounidenses para operar la estación espacial. ¿Qué pasa si algo va mal con una de nuestras naves espaciales? Necesitamos el otro vehículo como reserva. Y por eso seguiremos teniendo intercambios de tripulación".


Sin embargo, este argumento puede quedar pronto en el aire. La nave Starliner de Boeing podría realizar su primer vuelo de prueba con tripulación antes de finales de este año y si tiene éxito la NASA tendrá dos naves estadounidenses capaces de llegar a la estación.

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