Gothamist, el desarrollador de móviles King y el organizador de espectáculos Pixis harán volar al menos unos 500 drones equipados con LED sobre el horizonte de la ciudad de Nueva York hoy para anunciar Candy Crush. Despegarán y permanecerán en Nueva Jersey durante la presentación de 10 minutos, pero la gente que se encuentre en un radio de 1.6 km de Battery Park puede disfrutar del hecho.
Este no es el primer espectáculo de luces de drones dirigido a Nueva York. En junio, Pixis orquestó un enjambre que promocionaba el draft de la NBA sobrevolando el río Hudson. Sin embargo, el director general de la empresa, Jeff Kaplan, califica la promoción de Candy Crush como la "próxima ola" y es seguro que será difícil evitarla si se está en la zona. La mayor exhibición de drones hasta la fecha fue la de la marca Genesis de Hyundai, que hizo volar 3.281 drones sobre Shanghái en marzo de 2021.
Pixis está saltando múltiples obstáculos legales para hacer realidad la campaña. La Ley de Avigación de la ciudad de Nueva York prohíbe por completo los vuelos de drones, por lo que cualquier lanzamiento de ventas aéreas tiene que permanecer dentro de las fronteras de Nueva Jersey. La empresa también tuvo que obtener una exención de la Administración Federal de Aviación (para volar en el espacio aéreo federal) y un permiso especial de Nueva Jersey (para operar desde el Parque Estatal de la Libertad).
El vuelo previsto ya está provocando la ira de los críticos. El senador del estado de Nueva York, Brad Hoylman, por ejemplo, dice que es "indignante" llenar el cielo de drones y está estudiando una ley para prohibir este tipo de anuncios. A Audubon, de Nueva York, también le preocupa que los drones puedan interferir en los patrones de vuelo de las aves. Hay un historial de medidas enérgicas contra este tipo de comportamiento: tanto el estado como la ciudad echaron a un barco que portaba vallas publicitarias en 2019.
Sin embargo, a menos que eso ocurra, los drones serán cada vez más difíciles de escapar. Un futuro volador robótico podrá ser visto en un radio de 4.8 km cubriendo potencialmente una gran franja de Manhattan e incluso partes significativas del oeste de Brooklyn.
Es muy probable que si esto se vuelve algo común dentro de unos años, los habitantes de la Gran Manzana tengan menos posibilidades de evadir cualquier anuncio publicitario.